Analizando el histórico, se puede afirmar que el sector de la investigación privada tiene una tendencia descendente en ejercientes, aunando despachos y dependientes.
Si prestamos atención a diversos análisis sobre el emprendimiento en España, veremos como 80% de los emprendedores, cierra antes de su primer año de vida.
En el caso de la investigación privada, se añaden los requisitos de una profesión regularizada ad hoc. Abrir un despacho que ofrezca servicios de investigación privada, sin experiencia, ni contactos, es echar papeletas para sumar en la lista de la estadística del fracaso como emprendedores/autónomos en España.
Para ser detective privado en España se exigen requisitos rigurosos, con regulación y sanciones propias, esto es algo que marca la diferencia con otras profesiones liberales.
Se recomienda a los nuevos profesionales, acudir a las citas del sector, eventos y congresos para conocer a otros compañeros, hacer redes de contactos y no olvidarse de que son empresarios y empresarias, por lo que materias relacionadas con la comunicación, el marketing y la administración de empresas, serán fundamentales en su formación.
La Ley de Seguridad Privada es la que regula la actividad del detective, como profesional delegado por el Estado, para investigar, hechos y conductas que resulten necesarias para la obtención y aportación, por cuenta de terceros legitimados, de información y pruebas sobre conductas o hechos privados relacionados con los siguientes aspectos :Los relativos al ámbito económico, laboral, mercantil, financiero y, en general, a la vida personal, familiar o social, exceptuada la que se desarrolle en los domicilios o lugares reservados.
El 88% de los profesionales que se dedican a la investigación son despachos y un 12 % de los detectives estarían como dependiente